Left 4 dead
El esperadísimo Left 4 Dead llega por fin a Xbox 360, y se convierte en uno de los sleepers del 2008. Valve vuelve a demostrar porqué es un estudio de referencia en el campo de los first person shooters, y labra uno de los multijguadores de la temporada.
Cuando se anunció Left 4 Dead algo llamaba poderosamente la atención de su premisa. Empezó siendo desarrollado por Turtle Rock Studios que fue posteriormente adquirida por Valve, en una maniobra que tras tener el juego final en nuestras manos se nos antoja muy acertada.
Quien etiquete al título que nos ocupa como un Counter Strike con zombies se está quedando sólo en la superficie del título. Left 4 Dead es un gigantesco homenaje a las películas de George Romero en forma de asfixiante shooter, donde el cooperativo para hasta cuatro usuarios tiene un peso específico brutal.
Medicina de Plomo
La historia de Left 4 Dead se nos narra en una escueta cinemática que aparece antes de los menús, pero su importancia es muy relativa. No se nos dan explicaciones sobre de dónde surge la infección, qué pasa con los supervivientes al acabar sus periplos o contextos sobre sus vidas. El título de Valve versa, en resumen, sobre tres hombres y una mujer puestos al límite y rodeados por hordas de zombies en cuatro capítulos –Alta Médica, Toque de Difuntos, Último Vuelo y Cosecha de Sangre-.
Valve logra una notable revisión de los pilares del Counter Strike. También es un multijugador de acción donde el rol que escojamos tiene mucha importancia, pero Left 4 Dead consigue encontrar su propia personalidad dentro del género.
Los niveles se desarrollan con un estilo muy lineal, generalmente uniendo tramos con pasillos estrechos con arenas algo más amplias. Cada uno de estos capítulos tiene cinco partes y un final épico que el título apropiadamente denomina como “Clímax”, en el que nos enfrentaremos a una auténtica desbandada de criaturas. Entre medio alternaremos tramos infestados de zombies con zonas seguras en las que aprovisionarnos de armas y botiquines para poder seguir el trayecto.
Hay que destacar que la narrativa brilla por su ausencia, y los diferentes niveles que componen estas cinco localizaciones son algo así como cinco películas de serie B con sus propios títulos, pósters y situaciones. No hay guión, simplemente se nos planta en un punto, y debemos recorrer el mapa intentando escapar de la amenaza de ultratumba.
No obstante los que esperen encontrarse algo cercano al Survival Horror andan muy desencaminados. En primer lugar porque todo en Left 4 Dead es demasiado frenético para dar miedo, hay algún susto concreto, pero en líneas generales el juego trata más de la sensación de angustia al ponernos frente a decenas de enemigos que acerca del terror.
Left 4 Dead es un entretenimiento directo y conciso. Niveles cortos, partidas rápidas y sobre todo un espectáculo de acción cruento y salvaje.
Lo que si que logra a la perfección el videojuego es la sensación de unidad y de requerir de una gran comunicación y compenetración entre los compañeros, ya sea en un bando o en el otro, pero especialmente en el lado humano. El fuego amigo no se puede desactivar, y el instinto de supervivencia hace que velemos tanto por la salud de los miembros del equipo como por la nuestra, puesto que con bajas estamos seriamente expuestos.
Cosecha de Sangre
Para comenzar hay que destacar que en el tema referente a los controles el traslado a Xbox 360 se produce con notable acierto. Podemos configurar la sensibilidad vertical y horizontal del stick de visión, y aunque el de movimiento vuelve a ser excesivamente brusco –como ya pudimos comprobar en The Orange Box-, lo cierto es que el trabajo ha sido francamente bueno en este campo.
La campaña individual off-line está presente en Left 4 Dead y es un entrenamiento más que correcto para el modo on-line, aunque obviamente carece de la chispa de éste.
Por otra parte hay que destacar la siempre bienvenida opción del giro de 180º. Left 4 Dead es un shooter de ritmo vertiginoso, y todo sabemos que en determinadas configuraciones del pad cuesta más de lo debido girar sobre nosotros mismos para mirara a nuestra espalda. El título de Valve incorpora el botón superior derecho del pad con el único fin de girarnos para mirar al lado contrario en un segundo.
El juego ofrece dos modalidades de juego, y también la posibilidad de superar el modo historia en solitario. La campaña es precisamente la principal, y plantea la posibilidad de superarla siempre desde el bando de los supervivientes junto a otros tres colegas humanos en las poco más de seis horas a lo largo de las que se prolonga. Los zombies tienen por comportamiento la estupidez que se les presume, pero cuando oyen un disparo o se ven amenazados, son tan rápidos y feroces como cualquier depredador de la naturaleza.