Eternal Sonata
Eternal Sonata
El argumento del juego nos sitúa en las últimas horas de vida de Chopin, su delirio final, por así llamarlo, se convierte en el mundo que da forma a Eternal Sonata.Un argumento con tintes dramáticos aunque bastante cerca en ocasiones de los tópicos y típicos JRPG, nos conduce a lo largo de aproximadamente unas 25 horas por paisajes coloristas, con un alto grado de detalle y en exceso lineales. La historia de la que somos protagonistas se encuentra dividida en capítulos entre los que se intercalan retazos de la vida de Chopin, con fotos de los lugares en los que vivió e interpretaciones de algunas de sus piezas más famosas.
En Eternal Sonata las luchas son amenas, aunque repetitivas, recordando mucho a Grandia y a Star Ocean. Enemigos visibles en la pantalla y transición al combate sin tiempos de carga. Tanto personajes como enemigos aparecen diseminados por el entorno. Cada uno dispone de un tiempo de acción para moverse libremente por el escenario y realizar ataques normales, especiales o usar objetos. No existe barra de magia con lo que la cantidad de ataques especiales es ilimitada dentro del rango de tiempo, sin embargo si existe un contador de golpes dados, de manera que al usar un ataque especial este será más efectivo cuanto más alto sea dicho contador.
Existe también la posibilidad de bloquear ataques, pulsando el botón en el momento justo, reduciendo sensiblemente el daño recibido. El juego hace un uso bastante simple de la luz y oscuridad, de manera que tanto enemigos como protagonistas se comportan de manera diferente si están expuestos a la luz o si se encuentran en la penumbra. Los enemigos cambian de aspecto y habilidades al pasar de un lado a otro, de manera que la sombra que proyecte un personaje puede hacer que un enemigo se transforme, con lo que tendrá cierta importancia la colocación de los personajes a la hora de atacar.
Del mismo modo las habilidades especiales de los personajes también cambian, en ese sentido. El sistema de batalla será alterado a lo largo del juego, a medida que se avanza en la aventura. Al principio el jugador dispone de tiempo ilimitado para pensar que es lo que va a hacer con cada personaje y cinco segundos para realizar las acciones oportunas. A medida que el juego avanza el nivel aumenta, de modo que será recortado el tiempo de acción, limitarán el tiempo para pensar antes de actuar y llegado cierto nivel se nos dará la posibilidad de contraatacar y no sólo bloquear.
Los personajes evolucionan siguiendo el esquema más tradicional de los JRPG, subir de nivel a base de acabar con enemigos. A medida que los personajes se vuelven más poderosos van adquiriendo nuevos ataques especiales que podrán ser usados en combate. El nivel de los enemigos es bastante dispar, resultando la mayoría facilotes y habiendo veces en las que inexplicablemente el nivel de dificultad se dispara, entre un combate y el siguiente.
Eternal Sonata avanza con buen ritmo al principio de la aventura, prometiendo bastante, sin embargo las mazmorras que componen el juego se vuelven tediosas al poco de empezar, a pesar de que su diseño es bastante simplón. El sistema de combate queda estancado en un amago de frescura y se vuelve repetitivo y sin posibilidad de mejora alguna. A su favor cuenta con que no estamos obligados a realizar demasiados combates a lo largo de la aventura y éstos no son extensos.